Hace un año estaba cambiandome de casa y me venia a trabajar al sur...
Hace un año estaba lista para grandes cambios que no tenia muy bien planeados, esos que surgieron de un dia para otro. Y con esto vino un sin fin de despedidas de mis amigos de la pega y de la vida. Aunque estaba segura que por ser muy amigos no dejariamos de vernos ni hablar.
Fue tan rapido todo (creo que esa frase da para mucho...) que no me di ni cuenta que termine llorando en el avion cuando venia de regreso a mi casa despues de todos esos carretes.
Retomando el tema de mis despedidas, se dijeron tantas cosas buenas y chistosas.
Pasaron tambien tantas anecdotas que me rio sola de tan solo acordarme y es que me he dado cuenta que cada vez me cuesta mucho mas hacer amigos y que en esa pequeña ciudad que me recibio casi tres años aprendi a subsistir sola, pero rodeada de una gran red de conocidos donde algunos se volvieron amigos infaltables que se rieron conmigo y tambien lloraron.
Desarrolle mi capacidad de sociabilizar y me entregue incondicionalmente a personas que aprendi a querer, que aprendi a conocer y aprendi a respetar. Aprendi a ver mis errores y esas personas me enseñaron a querer mis errores y respetarlos.
Cambiar de trabajo y de colegas es todo un acontecimiento, porque no sabes que es lo que te espera y odiosamente las comparaciones vienen solas. Pero la experiencia que te acompaña es tu huella digital en todo, algo solo tuyo que debes compartir.
Hubo días en que me preguntaba que hacía ahí y si sería capaz de decir que me había equivocado y devolverme... pero mi orgullo salía al paso de esos cuestionamientos existenciales y me impedía pensar eso otra vez. Porque los cambios traen consigo muchos miedos tambien, esos que te hacen cuestionar todo.
Hace un año que deje mi ciudad lejana y aun extraño a algunos de sus habitantes... veremos que estare haciendo el proximo año...
Hace un año estaba lista para grandes cambios que no tenia muy bien planeados, esos que surgieron de un dia para otro. Y con esto vino un sin fin de despedidas de mis amigos de la pega y de la vida. Aunque estaba segura que por ser muy amigos no dejariamos de vernos ni hablar.
Fue tan rapido todo (creo que esa frase da para mucho...) que no me di ni cuenta que termine llorando en el avion cuando venia de regreso a mi casa despues de todos esos carretes.
Retomando el tema de mis despedidas, se dijeron tantas cosas buenas y chistosas.
Pasaron tambien tantas anecdotas que me rio sola de tan solo acordarme y es que me he dado cuenta que cada vez me cuesta mucho mas hacer amigos y que en esa pequeña ciudad que me recibio casi tres años aprendi a subsistir sola, pero rodeada de una gran red de conocidos donde algunos se volvieron amigos infaltables que se rieron conmigo y tambien lloraron.
Desarrolle mi capacidad de sociabilizar y me entregue incondicionalmente a personas que aprendi a querer, que aprendi a conocer y aprendi a respetar. Aprendi a ver mis errores y esas personas me enseñaron a querer mis errores y respetarlos.
Cambiar de trabajo y de colegas es todo un acontecimiento, porque no sabes que es lo que te espera y odiosamente las comparaciones vienen solas. Pero la experiencia que te acompaña es tu huella digital en todo, algo solo tuyo que debes compartir.
Hubo días en que me preguntaba que hacía ahí y si sería capaz de decir que me había equivocado y devolverme... pero mi orgullo salía al paso de esos cuestionamientos existenciales y me impedía pensar eso otra vez. Porque los cambios traen consigo muchos miedos tambien, esos que te hacen cuestionar todo.
Hace un año que deje mi ciudad lejana y aun extraño a algunos de sus habitantes... veremos que estare haciendo el proximo año...
No hay comentarios:
Publicar un comentario